Mi música
Mi música...
Me atrevo a decir, sin miedo a equivocarme, que a lo mejor no es el momento más feliz de mi vida, aún, que no me importa tampoco, las cosas buenas van despacio, y yo no tengo ninguna prisa, pero que me resulta tan interesante lo que parece que me deparará la vida, que no retrocedería, creo que me perdí tantas cosas, que las que vosotros vivisteis o estáis viviendo con veinticinco o treinta años, yo las voy a vivir a partir de los cuarenta años, y es así de simple, no hay más.
Desde que estoy en AA, dos años y medio hará el treinta de Junio, he ido a más conciertos de música que en toda mi vida anterior, y yo creí, con dieciséis o diecisiete años, que la música seria mi vida, todos sabéis, estrella de rock. Llegamos a formar un grupo, Zulo de Juglares nos pusimos tras una votación, alucinante la época, en todos los sentidos, demasiado fantástica para volver a ese tobogán adolescente, pero si fue una época que marco bastante mi vida y mi manera de ser, sé perfectamente que no hubiera sido la misma persona de no haberme cruzado con tan variedad de personajes, guardo defectos adquiridos de esa época, hice el instituto en una residencia de estudiantes de Málaga, la Universidad Laboral se llamaba entonces, de todos los pueblos compañeros, dos o tres de cada pueblo.
Por suerte, a mi modo de ver, guardo más virtudes que defectos de esa época, aunque uno de los defectos sea estratosférico, me siento muy orgulloso de lo que mereció la pena aprender, ahí me hice bastante independiente, y por supuesto adquirí mi gusto musical, la adolescencia y la música son dos mundos que se descubren a la vez, al menos en mi caso fue así, descubrí el rock, la guitarra pero también las drogas y el alcohol.
Hablando de mi mundo musical, el primer concierto que he visto en sobriedad fue Kutxi Romero, en Granada, sentados en sillas, con mascarilla todo el concierto pese a ser al aire libre, muy tranquilo, bonito, toda una hazaña para mi, sin pareja y sobrio, en un concierto solo, era la primera vez en mi vida, sin nadie que contara mis hazañas después en el pueblo, con dinero, furgoneta, podía hacer en ese momento lo que me diera la gana, era totalmente libre, y yo elegí, llegar con tiempo para entrar tranquilo, un café en la furgo antes de entrar, tranquilo, con Trompo, que estirazara las piernas del viaje, hiciera lo suyo vaya, luego, sentado en mi asiento correspondiente, bueno un par de filas adelante, jejeje.., pero sin molestar a nadie, ni incordiar, prefiero hacer menos ruido, al terminar, quise recordar un poco mi año de Universidad, en el buen sentido solo, hablaré de ello, seguro, empecé la carrera de Bellas Artes en Granada, con veintidós o veintitrés añitos, y solíamos ir de tapas y cervezas por supuesto, a los bares de la Chana, barrio donde vivía y típico por las tapas, pero mi elección de libertad estaba muy clara, elegí dos coca colas, con sus dos correspondientes tapas, gigantes, recomendable, y un café, imprescindible, me encanta el café, y ahora era necesario, había que elegir destino, a las doce de la noche elegí Motril, mi primera noche en furgoneta fue esa noche, la sensación de control que tuve aquella noche fue inolvidable, indescriptible para mi, para una persona que nunca supo decidir sobre ciertas cosas, el sentimiento de dominio es algo nuevo, el simple echo de poder elegir destino es apabullante en ciertas ocasiones, ocasiones en que te sientes enorme.
Subí a mi t4 con alegría desbocada, como dije en alguna ocasión, música a tope, y la hora de camino se me hizo corta, a veces alargaría el viaje unas horas, son sentimientos nuevos que me encanta tener, hace que mi esfuerzo merezca la pena, pero por ahora estaba bien ya. No conocía Motril, pero no importaba, de eso se trata, de descubrir, no solo sentimientos y grandes personas, sino también lugares.
Elegí Motril por Trompo, porque Motril tiene playa para perros y la tranquilidad es importante, poder estar en los lugares sin que me llamen la atención, antes me daba igual, aunque siguen sin gustarme muchas prohibiciones, ahora no peleo, bastante pelea tengo yo mismo como para ocuparme de otras cosas, en realidad tengo que ser consciente de que hay cosas que no puedo cambiar, entonces para que pelear?, y en estas ocasiones es cuando la frase de la serenidad sale a flote.
Llegué a la playa pero para dormir allí no me gusto, busqué otro sitio con más luz, un parque cercano y con la furgoneta sin preparar, un colchón en el suelo era mas que suficiente, y con el día que llevaba aun más, no duré mucho, ni Trompo tampoco.
El primer amanecer no fue muy especial, recuerdo un sentimiento de prudencia, de ir despacio, de buscar la tranquilidad por encima de todo, a pesar de que podía hacer lo que quisiera, de que en otra ocasión el día empezaría con otros sentimientos muy distintos, otra vez mi elección fue la tranquilidad.
El día transcurrió como esperaba, sin sobresaltos, y con esa tranquilidad volví a casa, fue estupendo que todo saliera bien, cuando en el grupo comente la intención de ir a un concierto, y luego hacer el viaje en furgoneta casi la totalidad de mis compañeros se echo las manos a la cabeza, pensando que era muy arriesgado, que una persona con este tiempo en recuperación, en aquel momento un año y medio, solamente podía recaer en esas circunstancias, y en parte tenían razón, no es nada recomendable, os digo esto porque lo aconsejable es cambiar de vida, pero yo considero que hay ciertas cosas que si las quitara de mi vida seria un poco más infeliz, y como me gusta ir a conciertos por la música simplemente, estoy dispuesto a hacer lo que haya que hacer, tengo que ser capaz de ello, y aunque soy consciente de que es peligroso, yo tengo un as en la manga, un as gigante que nadie ve, pero que está, solamente yo lo siento y me encanta porque me da una seguridad increíble y que aunque nadie lo entendiera, yo sabia perfectamente en mi interior ese as estaba. Y os preguntareis cual es ese as tan maravilloso que todo lo puede, y yo os lo digo, ese as es solamente el querer, el quererte a ti primero antes que a nada ni nadie en el mundo, en la recuperación hay que ser egoísta, lo primero tiene que ser es estar uno bien, porque si yo no estoy sobrio todo se derrumba, si eres consciente de ello, harás lo que haga falta para estarlo, yo soy consciente de que mi vida con alcohol no merece la pena y como me quiero mucho ahora y quiero ser feliz, la discusión con mi cerebro es tan corta que en la mayoría de las ocasiones ni existe. Si eres consciente de que tu vida era ingobernable, al menos tendrás un punto de partida, un punto muy bajo, pero es el principio de una nueva vida, te lo aseguro.
A día de hoy, la lista de conciertos un se queda corta para mis aspiraciones, pero el ritmo es bastante bueno, no voy a enumerar porque no quiero que parezca que estoy fardando, pero esto no para.
Y no hablo de este tema por casualidad, hoy es día dieciséis de Mayo y el viernes veinte hay un festival de música en mi pueblo, el primer aspecto del que me siento afortunado es de poder disfrutarlo en sobriedad, averigua que clase de cloacas hubiera visitado, pero gracias a hacer lo que hay que hacer podré tener el lujo de aparcar mi t4 sin miedo a perderla, ni a ella ni mi dignidad, así que no se como se dará, las pruebas son constantes, pero ya sabéis, tengo un AS.
Di que si amigo, vive y disfruta sigue por este camino que doy gracias de haberte conocido, eres increíble
ResponderEliminarGracias por dedicarme un poquito de tu tiempo, gracias por pasar por aquí, 💚💛❤️☮️
ResponderEliminarComo son de bonitas estas historias, contadas con el corazón en la mano y con el orgullo de haber sobrevivido y de caminar hacia donde quieres ir. Esperando el próximo capítulo!
ResponderEliminarMillones de gracias y millones de abrazos, sabes que te llevo en el corazón.
Eliminar👏👏👏Sigue disfrutando y sumando buenos momentos
ResponderEliminarUno tiene que ser consciente de sus limitaciones, pero he de saber también que mi limite de pende de mi, gracias, siempre fuerte gracias a vuestro apoyo, abrazote grande
Eliminar💛💚❤️☮️