Cosas, que me da viajar en furgoneta_2.
Siempre tuve sensación de delincuencia cuando el amanecer me alcanzaba fuera de casa
y no se porque, tampoco es que cometiera delitos contra nadie, en casi todos los casos lo que si había seguro era cocaína y alcohol, si no, no me amanecía, ese era normalmente el delito, además de ser consciente ya con la primera luz del día de que probablemente habías tirado a la basura no gran parte, sino todo lo ganado la semana anterior, no hacia falta hacer recuento de billetes, no los había, además esa sensación de culpa, seguramente por darme igual todo, no haber pensado en que probablemente tenia desveladas a varias personas, una madre o un padre que te quieren, una compañera que te quiso, un amigo, un hermano que se cruza contigo porque va a trabajar y te ve moribundo y a mi se me caía la cara, me dolían inmensamente esas situaciones, pero la adicción podía más que la vergüenza en prácticamente todos los casos, y no exagero, hice cosas que ahora no haría ni loco y que en aquellos momentos no me apetecían en absoluto tampoco, como salir un día cualquiera con las zapatillas de casa, el pijama, a las tres o cuatro de la mañana, con una cosa en el cuerpo que no se muy bien explicar pero que no se la deseo ni a mi más malvado enemigo, lloviendo si hacía falta, porque fueron más de una vez, a conseguir no se qué, porque alguna vez hasta sin dinero, con la esperanza de que me fiaran el medio gramo, medio escondido entre los coches aparcados, andando, cruzando medio pueblo, incluso sabiendo más que de sobra que no sería posible, la adicción hace que lo intentes y puede mucho más que tu cordura, pero tu no eres así, si no te drogas y no bebes no eres así, si no te drogas y no bebes no hay razón posible que me haga repetir tal disparate, yo a las tres de la mañana lo que me apetece ahora como mucho es estar charlando de lo que sea con quien sea o viendo un concierto el día que toque verlo, estar acorrucado con Trompo, cualquier cosa razonable que entre dentro de lo que es darme un poquito de felicidad, pero no calzarme las zapatillas de casa con ese objetivo infame, si lo hice fue porque era un adicto, el alcohol y las drogas en muchos momentos manejaron mi vida a su antojo.
Yo en realidad soy el mismo, el mismo que se calzaba las zapatillas de casa para no estar en casa, para mi, sigo siendo la misma persona que siempre fui aunque un poco menos defectuoso, soy cariñoso, no mal estudiante, no tengo secretos, no siempre conseguí no ser hipócrita pero si siempre intenté concienzudamente no serlo, siempre me gustó más la historia del arte que ser artista, Van Gogh y Antonio López, vergonzoso y tímido en realidad y abundancia, a mi que me mire la gente no me hace sentir cómodo, no me siento a gusto siendo el centro de atención, de nunca tuve la virtud de hablar en público, cabezota también, bastante, aunque eso es algo que se me está dando bien corregir, porque la vida me ha enseñado que aunque yo sea así, al igual que muchas veces es la vida la que te cambia, otras tantas ha de corregirse uno mismo, porque tengo una barbaridad de defectos, pero intento cambiar o corregir aquellos que considere o pueda, muchas veces no pude ganarle la batalla a mi debilidad con el alcohol y las drogas y por ello no me conformé diciéndome que yo soy así y siempre lo seré, no tiene porque ser así, quien haga examen interior de conciencia y llegue a la conclusión de que es una persona egoísta no está en su derecho de dejar de serlo y convertirse en una persona generosa, solo ha de serlo, ser capaz de hacer gestos de humildad está en su mano, y nadie lo criticará por ello salvo los que esperen su herencia, porque entendemos la tacañería como defecto y la generosidad como virtud, de echo los herederos de diente largo pensarán diferente pero por ello no tenemos que dejar de enmendar nuestros errores, siempre habrá quien nos quiera derrotados pero eso solo te tiene que dar mas fuerza para cambiar no uno, sino la aptitud ante la vida, aprender a manejar situaciones, aprender a convertid el defecto no ya en virtud, sino que la humildad te lleve simplemente a convertirlo en no defecto, que cuando en tu lista de defectos no aparezca no tiene que ser virtud, para mi no es una virtud el no beber, no hay que ensalzar nada, con corregir defectos ya al menos yo, tengo bastante trabajo.
Considero, que el echo de haber tocado fondo te da una perspectiva de la vida que solo puedes tener si has estado allí, en las cloacas, si siempre tuviste lumbre nuca sentiste el frio, puedes imaginar tu soledad en medio del polo norte, pero solo eso, imaginar. Si alguna vez no tuviste cordura valoraras el echo de volver a tenerla, si nunca la perdiste como puedes saber lo que se siente al vivir sin ella?, si siempre tuviste comida como puedes saber lo que es pasar hambre? . Una persona que no hace disparates a las tres de la mañana valora el echo de irse a la cama a las doce?, esta persona que nunca actuó en contra de su verdadera voluntad puede valorar este echo quizás pero el sentimiento interno no lo puede hacer suyo, no puede revivir la desesperación de tantas noches en la cama sin poder dormir por culpa de la cocaína, no puede recordar los pensamientos que durante esas horas eternas me hacían caer en la cuenta de lo desgraciado que era, porque uno sabe esas cosas, tras la ultima raya, y hablo de a lo mejor la ultima de veinte, después de horas encerrado solo en casa consumiendo y bebiendo, como otras veces dije, llega un punto en que te escondes en casa o lo que tengas como cobijo, no quieres que te vean consumiendo, prefería consumir y beber solo que estar con cualquier amigo, las relaciones sociales se destruyen casi por completo, como casi todo, tras esa ultima raya la cabeza era como un ataque indiscriminado de pensamientos incriminatorios, ahora tocaba recordarse lo gilipollas que habías sido, y perdón por el taco pero es la palabra adecuada, el sueño ni de lejos lo veías, a veces era prácticamente imposible y desistía, otras tras aguantar un buen rato a mi cabeza ya caía. Esta enfermedad te quiere arrodillado, sin pareja, sin hijos, sin familia, sin proyectos, sin ilusiones, sin nada. Vivir cierto tipo de experiencias te hace ser quien eres, enmendar errores voluntariamente también pero haber correteado por ese abismo te da esa perspectiva involuntaria y diferente de la que hablo.
En esas horas interminables de tortura bien merecida nunca apareció la imagen de una furgoneta, nunca me vi viajando en una, ni imaginé como sería mi t4, no la vi pintada en ese verde agua, no imaginé visitar ningún lugar, no imaginaba lo que se puede llegar a sentir cuando estas tumbado frente al mar en ella, no imagine ni tenerla porque aunque siempre he sido un soñador a los sueños imposibles creo que ni me acerque, nunca tuve los pies lo suficientemente pegados al suelo esta claro, pero digamos que para mi era más bien una quimera tan imposible que ni siquiera lo pensaba, no se si me explico, por ejemplo, nunca he pensado excepto ahora por el caso, en que se siente al pilotar mi propio avión privado, simplemente son cosas que no pasan por mi mente, para que voy a pensar en eso, yo nunca voy a ser piloto verdad y muchos menos voy a tener avión, jajaja... es algo imposible a mi parecer porque ni me gusta volar ni voy a intentar pilotar verdad, hay que ser sensato, de igual manera veía mi capacidad de remontada, ni siquiera me veía capaz de pensar en como seria mi vida en sobriedad, mis pensamientos a parte de maldecirme mil veces eran como iba a conseguir echar abajo esa semana siguiente, no podía ni mantenerme a mi mismo iba yo a pensar en que se siente al tener ese hogar que hoy nos llevamos de arriba para abajo, de playa en playa, de montaña en montaña, de ciudad en ciudad, que puedo sentir yo cuando después de tantas noches desvelado por la adicción y después de casi tres años intentando cambiar las horas perdidas de esa cama maldita, de esas noches arruinadas, me veo con una furgoneta que casi nunca pensé tener porque nunca creí ser capaz de tenerla, cambiando el sentimiento mañanero de delincuencia por una paz a la que aun no soy capaz de acostumbrarme, por mucho solano mañanero que pegue en la chapa mal aislada de mi furgoneta, por muchos gritos de vecinos ordinarios o ladridos de perro que escuche, por muchas inglesas que se pongan a practicar zumba a toda pastilla un domingo por la mañana justo al lado de mi cabeza, aunque no pueda dormir porque sin saberlo llegas a medio día a un sitio donde acoplar la furgoneta y resulta que de madrugada se convierte en el paso a un macro botellón y ves ir llegando chavales medio sobrios y los ves marcharse a las tres o cuatro horas mucho menos sobrios, repitiendo frases bastante familiares para mi, frases de borracho, como el abrazo de " te quiero tío" , un te quiero verdadero a más no poder en ese instante, si hace falta se llora y todo, por supuesto un abrazo modo extra fuerte, un sentimiento interno de placer que lógicamente se termina al otro día si le prestaste o te presto dinero esa noche y no se hace la correspondiente devolución, super típico, esa noche dormí un par de horas, creo que las siete de la mañana las vi, no vi el sol salir, pero aun así para mi tiene un valor incalculable la paz y la serenidad que tengo cuando veo que en mi cama, en la cama de mi t4 ya no hay pensamientos malditos e incriminatorios, no me importa que me despierte un loco amigo con un cuerno vikingo, es tal cosa lo que mi cuerpo experimenta cuando por diversos motivos caigo ahora en la cuenta de lo afortunado que soy, simplemente este echo ya es una delicia para el sentir, caer en la cuenta de la diferencia de pensamientos que rondan mi cabeza cuando estoy en la cama de mi furgoneta frente a cualquier paraíso o no paraíso ya es para valorar sin reservas, como en el ejemplo del botellón, vosotros podéis llegar a pensar, ¿ no le entra gana de beber cuando ve a la gente que va riéndose, bailando y pasándoselo pipa, con sus bolsas llenas de alcohol, drogas en cualquier bolsillo?, ¿no lo pasa mal? como puede valorar este echo de forma positiva?
Y mi respuesta no es lo que yo quiera responder, es lo que siento al ver todo eso, siento un alivio enorme, estratosférico, de no ser yo el que dé ni reciba ese abrazo de antes, un descansar del alma que no tiene precio porque yo sé más que de sobra que para mi, el final es el mismo de siempre, la derrota total que tantas veces sufrí, y hablo desde la experiencia de haber repetido casi mil veces los mismos errores, el error de creer que yo puedo gobernar mi vida mientras empino el codo, después de subir y bajar otra vez al infierno, de volver a subir y volver a bajar, puedo decir que no se aprende a beber ni a drogarse por supuesto, al menos yo tengo claro que no, lo podrás controlar durante un muy corto periodo de tiempo pero yo ya sé donde acabaré, sé que volveré a fracasar en el intento, se que mi vida se volverá de nuevo ingobernable. Ahora simplemente creo que la cordura se impone frente el inminente desastre, evidentemente yo tengo muy fácil la elección, hay poco que debatir, que si pros y contras y demás, verdad?, como voy a cambiar el salir de mi furgoneta al amanecer descalzo y sentir del tirón el frescor de la arena en los pies, mirar al sol saliendo imponente, sin tener que esconderme entre ningún coche para que nadie me viera en zapatillas de casa, o el primer baño del día con Trompo, cuando entro en el agua a las ocho o las nueve de la mañana me como el mundo y el también, cuando volvemos a la furgoneta andando por la arena y recuerdo las vergüenzas que pasaba cuando en aquellos amaneceres me cruzaba con mi hermano o con cualquiera, aquellos amaneceres de moribundo...siento que todo ha merecido la pena.
Espero haber sabido explicarme al describir mi perspectiva sobre un echo tan simple como es irse a la cama, despertarse y ver amanecer, no pretendo decir que valoro más que nadie un amanecer, os doy lo que yo siento, lo que me hace sentir viajar en mi furgoneta, seguro que cada uno tiene su propia lucha y su propio amanecer, ni mejor ni peor, igualmente dignos, para mi un nuevo día es una nueva victoria contra mis demonios, y así voy, apreciando cada nuevo día que la vida me regala en sobriedad, muchas veces mi vida no tuvo mucho sentido, ahora siento la vida en un amanecer o atardecer, en una luna, en una amistad o en un viaje....en cosas que descubrir, en cosas que nunca tuve y que sé que solo las tengo porque no bebo.
Gracias por compartir este atardecer, no somos todos los que están, pero siempre es increíble.


(Jessi) Ya necesitaba leer algo tuyo, llegas al alma con cada palabra, increíble lo tuyo amigo, como siempre te digo, no cambies nunca!!! Ole tu!
ResponderEliminarTu también me llegas al alma, y ya sabes hay que ser fuerte en la vida, besazo💚💛❤️☮️
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