Cosas, que me da viajar en furgoneta_1.
Cosas, que me da viajar en furgoneta.
Me atrevo decir, sin despreciar ningún momento de mi pasado, que no cambiaria este momento de mi vida por ningún otro anterior y tan solo quiero que suene a realidad, es algo bastante objetivo a mi parecer, aunque hubo rachas en mi vida de suficiente estabilidad y sobriedad, cariño y demás enseres necesarios para mi serenidad y felicidad, de todos es sabido que exactamente esos mismos momentos destroce.
Con seguridad, la repetición continua de mis errores me hizo llegar a un punto máximo de cansancio en que por suerte, pudo más la minúscula cordura que aun tenia, el cansancio del adicto, la desesperanza, que hacen que este momento de mi vida parezca tener otro desenlace, porque aunque sé que tengo esa debilidad quizás esa sea ahora mi ventaja, que lo sé.
En ningún momento pasado de mi vida tuve mi mente tan serena, la tranquilidad que cuando llega la noche me arropa con la calma necesaria es clara muestra, para no dudar, de que esa serenidad es lo más importante que tengo que mimar. Intento actuar con cautela, a veces hace que sea una persona cohibida, a veces necesitaría mas valor para hacer ciertas cosas, a veces soy demasiado tímido, pero prefiero ser una persona tímida y sobria, que un valiente borracho, seguramente ese sea unos de los detonantes de las primeras veces que el alcohol te azota, perder la timidez en ciertos aspectos, como relacionarte con los amigos, bailar, tener la decisión para hacer cierto tipo de estupideces que en sobriedad no eres capaz y aunque la precaución pueda hacer ver a la timidez como defecto, en mi vida es más bien como una norma que ante guarda prácticamente todo lo que tengo, que es muy poco, pero suficiente.
Adquirir cierto grado se serenidad será dificultoso para cualquier persona que este acostumbrada a vivir continuamente atormentada, por ello pedir ayuda para mi siempre es bueno, ser humilde aclara las ideas y te pone en el camino correcto, siempre estaré agradecido a A.A. aunque a veces la ayuda llega de fuentes inesperadas, uno inicia un camino prácticamente a ciegas, sin saber muy bien como va a resultar, si habrá muchos momentos que me pongan a prueba, si será suficiente con mi serenidad para superarlos y tantas preguntas que me he echo durante este tiempo atrás.
Mis primeros viajes en furgoneta para mi fueron como la alternativa a las borracheras, como dice la canción, "llámalo huir o llámalo supervivencia", y creo en eso, ve allí donde seas feliz o al menos inténtalo, cuando se presentan situaciones en la vida que solo sabias manejar con una borrachera y quedarme en el pueblo era más una prueba de sufrimiento, quedarte encerrado era cuando menos triste, más peligroso que el salir y cuando sales es cuando te encuentras la realidad que tienes que superar para sobrevivir.
Empecé a salir, sólo, alguna vez lo conté, siempre supe hacerlo, la soledad del alcohólico me entrenó lleno de penurias, ahora estar solo era un camino de rosas, un cambio de soledades extremo, la que te aplasta y la que te encuentra dentro, de una no ves la salida y de la otra no quieres salir, una te va quitando la vida y la otra te la da, a mi empezó a dármela, despacio, me aliviaba el dolor de aquellas situaciones, así que fue un descubrimiento enorme en mi vida y evidentemente no hubo freno, el despertar como se despierta en furgoneta fue una obsesión que quería cada día.
Sabia ya que había descubierto un mundo que ya no iba a abandonar, lo que no sabía es que llegaría un día que aun viajando solo, nunca más estaría ni me sentiría solo y es que este mundo es así.
Aunque la precaución de la que hablaba, esa que generaba timidez, me hacía ir despacio en mis relaciones con la gente que me iba encontrando donde viajaba, allá por mis primeros viajes, hace ya más de un año, en Fuengirola, conocí al los que podríamos llamar mis primeros amigos reales viajeros, fui a un concierto de música junto al cual hay un parking de caravanas y furgonetas, aun viajaba con un simple colchón en el suelo, sin cartoneras, ver el kaiflex del aislamiento me resultaba un poco triste, sin placa solar ni ningún tipo de lujo, aunque para mi era toda una proeza como sabéis, a demás yo sabía también que era cuestión de tiempo y esfuerzo que se volviera de colores, así que aprendí a disfrutar con lo que iba teniendo, hacer el café no era problema, y desde el primer momento empecé a viajar, y por consiguiente a cruzarme por el camino a gente a la que hoy quiero agradecer a que esos escalones que la vida me ha ido poniendo hayan sido mas fáciles de subir.
Quizás las primeras personas desconocidas en este mundo ante la cuales desnude lo que sentía, fueron esta pareja de leoneses de la que hablo, Jose Ángel y Vero, lloramos juntos, este viaje ocurrió cuando yo llevaba un año y seis meses en A.A. , justamente el 2 de julio de 2021, cuatro días antes de mi cumpleaños, lo recuerdo perfectamente, y decir eso es todo un lujo que valoro como aquello que más se valora, han ocurrido muchas cosas en mi vida desde entonces hasta el día de hoy, ya mas de un año, y creo que todas las saben en bastante profundidad, no sé, pero hay personas ante las cuales esa timidez de la que hablaba se convierte en sinceridad extrema, y no te cuesta nada soltar todo lo que llevas dentro, a pesar de que la vida solo nos regaló un par de momentos, el sentimiento de confesor que tengo hacia Jose Ángel sigue intacto, sigo pidiéndole consejo y el me lo da gustoso, y aunque soy muy descuidado a veces para mimar las amistades con las que tengo menos contacto físico, intento corregirlo, me pasa en la actualidad, a veces me cuesta llamar a alguien por el simple echo de hablar, aunque también es verdad que cada vez me gusta mas, colgar el teléfono con alguien que te ha llamado o yo a él, solo para ver como estas, sin ninguna pregunta concreta y ver como marca 40 minutos de conversación me crea un sentimiento de satisfacción y alegría. Fue una verdadera empatía mutua, que me hizo ver que no hay edad, estado civil, sexo ni clase social que impida que personas desconocidas unan sus vidas con la simple excusa de un viaje, porque nunca mejor dicho, el destino se cruzo en un viaje que da gusto recordar, mis primeras vivencias en sobriedad, mis primeros conciertos, mis primeras pruebas se volvían mucho mas fáciles en esas ocasiones en los que encuentras seres tan extraordinarios.
Aunque siempre tuve amistades, siempre fui un poco solitario, sobre todo en los momentos en que no tenia pareja, antes de dejar la bebida, en esos momentos de soltería no era buena compañía, no aportaba mucho a nadie, mi objetivo casi diario era beber y drogarme, pocas mas inquietudes a parte de aliviar dolores en la barra tenia por entonces, de manera que la soledad me acompaño no solo en los momentos en que la busqué, al final te vuelves totalmente antisocial, te acostumbras a la rutina de beber solo y te molesta la gente. Aprendes a manejarla y a sufrir en la cama o el sofá pero realmente desearías estar viviendo cualquier otra situación, un atardecer por ejemplo, de esos naranjas, de esos que ahora prácticamente veo a diario, verdad?
Un atardecer rodeado de seres extraordinarios, una luna escondida que aparece en el horizonte a las dos de la mañana mientras nosotros en vez de escondernos destripamos el corazón y lo ponemos encima de la mesa, llorar cuando se marcha una furgoneta porque sientes que dentro va tu familia, le puedo pedir más a la vida? Creo que no de debo, nunca fui una persona avariciosa, ni siquiera pedí todo eso que hoy recibo en forma de cariño infinito, tampoco pedí realizar ningún viaje, eso me lo pusieron en las manos, quizás pedí alguna vez dejar de sufrir por situaciones que ahora en sobriedad no quería resolver con el alcohol, pero jamás imagine que se me enviaría de tal manera.
Utilizamos la palabra amigo o amiga con mucha ligereza y yo me reclamo culpable el primero, eso de voy a salir con mis amigos es un concepto muy general, porque yo he llamado amigo a personas que no confiaría mi espalda, al igual que seguramente me lo han llamado a mi sin serlo, porque no siempre supe ser amigo como sabéis, sin embargo, cada persona que me encuentro en el camino me enseña un poco más a como serlo, no se porque, pero la inmensa mayoría de las personas que estoy encontrando saben serlo muy bien, saben ocupar a la perfección esa parcelita de la impuesta soledad, resto tiempo de mi tiempo para gastarlo con ellos, procuro poner siempre en segundo lugar mi necesidad de pensar, de escribir, de tocar la guitarra porque sé que tengo un tesoro, a día de hoy me siento un privilegiado, y es que nunca fui tan selectivo al utilizar la palabra amigo, sin embargo, creo que tampoco nunca sentí la necesidad de utilizarla con un numero tan grande de personas.
Después de lo ocurrido aquel día de mayo, un día que sin duda ha cambiado mi vida y a mi mismo, la ya de por si reducida lista de amigos verdaderos de toda la vida se hizo añicos, drásticamente y con toda la intención del mundo quedo escuchimizada, recibí bastante mas comprensión y amor de todo tipo, de personas que apenas conocía de dos veces en furgoneta que de los que se supone que me entenderían y apoyarían, o al menos pensé que no me juzgarían como lo hicieron, pero en parte me alegro, en estas situaciones es donde ves quien se preocupa por ti o al menos siembra la duda hasta hablar contigo, quizás la fama adquirida durante el tiempo de los desastres es más fuerte para sus mentes que su propio pensamiento objetivo y ante eso poco puedo hacer yo. En gran parte, por este motivo agradezco que que mis viajes en furgoneta se iniciaran cuando ya estaba en recuperación, porque estos ángeles que la vida a puesto en mi camino no tienen su mente contaminada por mi pasado, a pesar de conocerlo al detalle, muy muy a fondo en algunos casos, sus mentes no tienen la foto de mi cara desencajada, no me vieron revolcado en el barro, no pudieron sentir pena ni lastima de la persona que fui, aunque bastantes conocen mis desastres más ocultos, aquellos que aun no pude relatar aquí, no pudieron prejuzgarme salvo por lo que hubieran leído antes.
Después de conocer a las personas que estoy conociendo gracias a tener una furgoneta simplemente, creo que confío un poco más en el ser humano. Sin duda alguna, vamos abocados a la extinción, sin duda alguna el mundo seria otro si el amor flotara como flota entre nuestras furgonetas, entre sus habitantes, entre albañiles y fabricantes de pintura, entre esteticien y supervisores de aviones, entre el textil y los administrativos, autónomos de todo tipo, mecánicos, repuestos para el mecánico, técnicos contraincendios, trabajadores de Correos, en Renfe, hay quien tapona botellas desde la oficina, tenemos hasta al encargado de poner esas frases tan chulas de algunos azucarillos, otros manejan barredoras de ultimísima generación, fabricantes de mesas y sillas para oficina, en el mármol, en una clínica dentista, instaladores de aire acondicionado, incluso la guardia civil, la marina y la universidad están representadas, y seguro que algún digno oficio me dejo atrás, casados, divorciados solteros, solteros sin divorciar, divorciados rejuntados, rejuntados sin más, personas de 42 años como yo, de 46 o 50, de 28 o de 34, de 21, de 41 años, y por supuesto de casi 3 añitos, de 9, de 5, de 4, de 10 , de 8, de 12 años, perros de agua, pitbull, chigua guas, bodegueros y demás perritos y algún gatito, de Valencia, Andalucía, Extremadura, Cataluña, Murcia, Madrid...
A todos y cada uno se que tengo mucho que agradecer, por gastar su tiempo con migo, por dejarme gastar el mío con ellos, por prestarme sus orejas, por regalarme sus ojos, por demostrarme bondad sin pedir nada a cambio, por comprenderme, por intentar comprenderme, por no juzgarme, por sus consejos, por destrozar mis prejuicios, por desterrar mis miedos, por hacerme sentir uno más, por aceptar lo que soy, por darme un abrazo cuando bajamos de la furgoneta, por llorar conmigo cuando nos despedimos, por ayudarme a ser mejor persona, por enseñarme a serlo, por darme la mano en cualquier zancadilla, por ser como sois, por dejarme ser nuevamente tito, porque a lo mejor sin saberlo y sin pretenderlo habéis sido esa ayuda tan necesaria que ocupa la parcelita de antes, estáis tan lejos a veces pero os siento tan cerca, gracias por ser amigos sinceros, gracias por convertir un viaje en furgoneta en esa mezcla de sentimientos tan especial, por ser gran parte de mi terapia, por ayudarme a conseguirlo, por enseñarme como se vive en una furgoneta, enseñarme a quererlo, a disfrutarlo, porque vais a ser uno de los mejores recuerdos que lleve en mi viaje, porque quizás yo con 42 años tenga muchas historias que contar, pero casi todas de miedo, escuchar como me contáis vuestros viajes, como, sin aun haber llegado a los treinta, muchos habéis recorrido medio mundo, escuchar esas historias de calas escondidas, rutas perdidas, de días de sufrimiento, de experiencias vividas, me hace caer, instantáneamente en la cuenta del tiempo que perdí en vanos objetivos, y no hablo de parejas, eso no pudo ser simplemente, hablo de objetivos personales, hablo del tiempo que bebiendo o no, te acomodas en lo que tienes, en tener un trabajo, un ida y vuelta casi diario, en la mayoría de las veces la responsabilidad de tener un hijo, una casa, dos coches, moto, patín, cuatro teles, el ultimo iPhone, unas cadenas que voluntariamente uno se ancla casi sin darse cuenta, nunca tuve muchos lujos, pero en mis tiempos en que la cordura me lo iba permitiendo mi vida iba encaminada a ese encadenamiento, a creer que todo el equipamiento posible era símbolo de felicidad, una casa bonita, una pareja estable, un trabajo estable y casi inmediatamente ya lo tienes todo en la vida, yo tuve tan mala cabeza que destroce todo eso, de una manera más bien traumática, fui perdiendo cada eslabón de la cadena y por suerte o por desgracia quede libre, perdí parejas, perdí amigos, perdí coches, casas, puertas y ventanas, dignidades, casi todo lo perdible fue alejándose, hubo un momento en que miraba al alrededor y solo veía a trompo, lo miraba y muchas veces nos vi malviviendo nocturnamente en calles vacías, buscando un sitio donde dormir, pensando en que comeré mañana, por suerte estas experiencias no duraron mucho en el tiempo, el miedo a verme indefinidamente sin un techo me hacia reaccionar.
Como el que reconstruye su furgoneta, como el que repitió el mismo error de construcción, y esta vez concienzudamente se prepara para no errar en la ejecución, con el minucioso cuidado de un artificiero experimentado, intento colocar cada ladrillo de mi vida, intentando no cometer por novena vez el mismo error y aunque la vida me hace caminar a veces por la cuerda floja otras tantas me demuestra que merece vivirla.
Aprovechar el tiempo que se me ha regalado me parece urgente, es el momento preciso, puede que sea ahora o nunca, puede que algún día voluntariamente me encadene a alguien, puede que sacrifique algo de mi libertad por amor o puede que no, intentaré no volver a caer en los mismos errores, en el consumismo, intentaré que mi tiempo de lectura sea sobradamente mayor que el que ocupe internet y la televisión, desconectar de esta ultima totalmente durante tres meses aproximadamente ya, ha echo que piense un poco más, ha echo que piense en algo, que persiga algo así como un sueño, mañana no se donde estaré, han cambiado mi destino varias veces este año, pero lo que si sé es que pase lo que pase me pillara viajando, por que cada día me lo creo más, cada día estoy mas cerca y aunque me parte el alma saber que no veré a buena parte de esta amada familia de furgoneteros y furgoneteras en mucho tiempo, también se que no viajaré solo, se que me acompañaran con cada claro recuerdo que ahora mantengo de todos los momentos que me regalaron, que con diferencia es lo mejor que me llevo, también con cada detalle que con cariño colgamos en el pulpo de mi furgoneta, colocamos encima de un mueble, de una oreja o entre los utensilios de cocina, con cada pegatina que pusimos, con cada dibujo de mis sobrinas, con cada libro que me prestasteis, y aunque ahora, por culpa absolutamente vuestra cada vez soy menos ermitaño, se que tengo que partir, las despedidas no son para nada mi fuerte, se que lo vamos a pasar mal, pero por suerte también sé que todos estaréis aquí cuando vuelva, una vez más gracias infinitas por todo lo que me dais.
Creo que ha sido con el blog que mas he llorado... No quiero que te vayas pero te acompañare por siempre hadta el fin de mis dias alla donde estes! Compartir tu historia con todos y poder ser participe de ellos en muchas de las ocasiones a las que referencias me hace sentir una felicidad plena que nunca antes habia sentido por una amidtad! Infinitas gracias por ser como eres, por ser el hombre que te has convertido y por que el destino me haya llevado a tu lado del que jamas volvere a separarme! Te quiero hermano mio! Por y para siempre!
ResponderEliminarya sabes, tal cual siento tal cual escribo, y si tengo a mi lado gente como tu los sentimientos son cada vez mas llenos de alegría, te quiero hermano💚💛❤️☮️
Eliminar(Jessi) no dudes ni por un segundo que estaremos esperando tu vuelta con muchísima ansia, se nos va a hacer eterno pero me alegro infinitamente de todos y cada uno de los momentos inolvidables que sé que vivirás, te has convertido en alguien imprescindible en mi familia y de corazón espero que estemos siempre juntos, como te he dicho mil veces no cambies nunca, pocas personas tienen un corazón como el que tienes tú, te quiero muchísimo amigo del alma
ResponderEliminarla verdad que si que eso es lo que tiene nuestra amistad , alma sincera, os quiero, os estaré eternamente agradecido 💚💛❤️☮️
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