1- Un día cualquiera
Solamente cuando estuve hundido fui capaz de reaccionar.........
Y digo un día cualquiera porque para un alcohólico lo que menos importa es el día, recuerdo muy bien parte de este, recuerdo sobre todo, el trayecto de mi casa al bar.
En esa época, trabajaba en la carpintería con mi hermano, había épocas en las que a mi me venía muy bien que el estuviera ahí, porque cuando nadie me quería para dar un jornal en la obra, alguno siempre caía con él, y bien saben los que me conocen, que cuando el alcohol me dejó, trabajar es algo que se me dio muy bien, como a cualquiera de los mejores, así que los dos salíamos beneficiados, pero solamente el día que él conseguía que no bebiera mucho, solamente esos días le salía rentable, y este dia no fue uno de ellos.
Mi hermano me recogía todas las mañanas medio puntualmente, pero siempre tenía que esperar un rato, a veces me despertaba con el pitido de la furgoneta, y yo a trompicones corría desesperado por no hacerlo esperar mucho, tropezando con todo, todo tirado por el suelo, porque mi casa era un desastre, era el reflejo exacto de mi vida, dos lozas seguidas sin algo con lo que pisar era algo extraño, corriendo a un cuarto de baño sin toallas, la camiseta sucia del día anterior me podía valer, el café sentado en el sofá tranquilo era algo que pocas veces conseguí en aquella época, quizás, por eso, el momento que mas me gusta sin duda cuando viajo en furgoneta, es cuando por la mañana temprano abro las puertas de atrás y asoma el amanecer tranquilo, muy tranquilo me gusta despertar, comenzar con mi café mañanero, en la orilla del mar, cuando estoy allí solo con mis perros y recuerdo estos días que cuento, soy el hombre mas feliz del mundo, aunque a lo mejor este allí, sufriendo por cualquier otro problema, ese ratito soy capaz de aislarme y no pensar salvo en la suerte que tengo de estar sobrio.
Arrancaba el día con la habitual resaca, Trompo salía disparado en cuanto habría la puerta, ansioso por escapar de aquella casa triste y descuidada en la que ahora vivía, y encontrar un poco de luz, porque las ventanas siempre estaban cerradas, una pequeña rendija, suficiente para que no me ahogara del todo bastaba, desde el patio interior se veía perfectamente el destrozo que el huracán, que a menudo me visitaba, había dejado la noche anterior. El corto trayecto a la carpintería me resultaba de lo más indeseable, el cerdo que va al matadero, un sentimiento totalmente opuesto a lo es la felicidad.
Lo primero nada mas aparcar es escaparme a tomar el café al bar de la plaza del pueblo, está muy cerca para mi suerte en los días en que trabajo en la carpintería, porque ir a por un trago solo es cuestión den 5 minutos, no necesito mas, eso de degustar, a sorbo lento y descuidado no iba conmigo, la celeridad por si acaso en vez de una copa son dos o tres, siempre me acompañaba, un continuo estar alerta buscando el hueco para beber ocupaba gran parte de mis intenciones diarias.
Mi hermano, mostrando su total desacuerdo, no le quedaba otra que aguantarse. Cuando el aun no había consentido yo ya iba retorciendo la esquina hacia el bar, el mismo ímpetu que hoy le pongo a mi recuperación, el cien por cien, le ponía al beber, mi cabeza no estaba tranquila si sabia que la oportunidad de encontrar alcohol se esfumaba.
A la vuelta, siempre con el cuerpo en prisa, sabedor que no estas haciendo las cosas bien, porque yo sabia perfectamente que lo que hacia era de locos, sabes que no debes, sabes exactamente lo que esta bien y lo que esta mal, y aun así, el poder que el alcohol tiene sobre ti, anula por completo tu voluntad, y lo peor es que llega un momento que lo aceptas, porque ves en tu interior como tu querrías ser esa persona que nunca logras ser, aceptas el fracaso como algo natural en tu vida, y eso es muy peligroso, te roba toda esperanza, te abandonas sin objetivos, sin nada por lo que luchar porque no tienes nada salvo tu persona, y en cima te odias, porque sabes que la culpa es tuya, tu eres el que se destruye, pero no ves forma se salir, y con estos sentimientos empiezas a trabajar.
No recuerdo la tarea de aquel día, lija o pintura, armar puertas, muebles de cocina, mientras mantenía algo de claridad podía hacer cualquier cosa, lo siguiente que recuerdo es que llegando media mañana, mi hermano tuvo que salir de viaje, en esa ocasión, me quede solo y sin perder ni un instante, como algo automático, arraigado en mi, yo no tenia ninguna duda de lo que tocaba porque mi cabeza siempre estaba buscando el hueco para beber, así que disparado corría, en esta ocasión al quiosco mas cercano y lo normal, para mi, a esa hora, si podía, porque no siempre me alcanzaba, algunos días para suerte de mi hermano, solo tenia para una lata, o lo dejaba a deber, otra cosa muy habitual en mi, deber en todos lados, tabaco, cerveza, cuando debía demasiado en uno, pues iba a otro, aunque tuviera que cruzar el pueblo, todo por un trago, ese podría haber sido perfectamente mi epitafio, TODO POR UN TRAGO, lo normal eran un par de litronas, la cerveza me perdía, el hombrecito de la Cruzcampo mandaba en mi.
Llega la hora de comer, la casa de mis padres esta en el piso de arriba de la carpintería, pero mi relaciona con ellos, sobre todo con mi madre es nula en ese momento, mi circulo estaba bastante destruido, el individualismo de mi enfermedad era extremo, a regañadientes aceptaba a veces compañía, y era simplemente porque era consciente de que mi forma de beber no era normal, y las compañías se interponían entre la bebida y yo, aun así, en ese momento tenia pareja, pero desde que se mudo a otra calle, como yo no tenia coche, solo nos veíamos por las noches, así que volvía a medio día a mi casa andando.
De camino, la disputa de si comprar un bocadillo para comer o una litrona era nula, no había discusión interna, esa era normalmente mi comida, y ese día no fue distinto, después dormí, hasta las tres menos cuarto, que hable con mi hermano, aun no había regresado del viaje.
Desde ese preciso instante, en el que en mis oídos, entraron esas palabras, la adrenalina recorrió mi cuerpo, la sensación de un pequeño premio de lotería, incluso una sensación muy parecida a la que otras veces tuve por amor. Amaba a la bebida, a veces bastante mas que a cualquier mujer, y es triste, pero así es la realidad.
Como el iba a tardar, y yo no tenia llaves de la carpintería, porque la confianza en mi estaba totalmente perdida y con mucha razón, ni yo confiaba en mi, le dije que lo esperaba en el bar tomando café, sabia el muy bien lo que era un café, y mis pies iniciaron el camino al bar, Trompo siempre me acompañaba, yo como un gilipollas iba con una alegría de feria, y es que es así, iba con alegría porque sabia que aun tardaría en llegar mi hermano y me iba a poder tomar, aunque no tenia dinero, pero el luego lo pagaría el cuando llegara, o lo dejaba fiado, una de mis perdiciones, el pacharán, y no unas copitas pequeñas como las de la mañana, un vaso con su hielo hay bien grande, recuerdo perfectamente el primer sorbo del segundo vaso, lo estoy viviendo ahora mismo, me veo sentado en la barra del bar, inclinando el brazo, llevando la copa a mi boca, veo el color del pacharán ante mis ojos, y vuelvo a sentir escalofríos, ese sorbo es lo ultimo que recuerdo, no recuerdo salir del bar, ni que hice en toda la tarde, ni en la noche, no se donde estuve, se algunas cosas porque me las han contado.
Por lo visto me arme de valor y quería darle de hostias a un hombre al que yo le hubiera durado un suspiro, un hombre al que conocía de toda la vida, vecino, con el cual no había tenido ningún problema nunca, cuando días mas tarde me cruce con el fue uno de los momentos mas humillantes de mi vida, el no lo sabe, pero mi vergüenza era máxima, quede bloqueado, y la asquerosa valentía de aquel día ya no estaba, ahora roto admitías ser un mierdecilla, aceptabas la realidad y te dabas asco a ti mismo, me di asco muy a menudo.
Otra de mis hazañas de esa tarde me costo unos 200 euros, por supuesto tampoco lo recuerdo, esta vez, en plan karateca y sin saber porque, rompí de una patada el espejo retrovisor del coche de otro vecino, que después me denuncio, y que retiro la denuncia gracias a que mi hermano, que si es un hombre cabal, dio la cara por mi, lo hizo en infinidad de ocasiones, ya relatare mi relacion con el.
Tampoco recuerdo llegar a casa, menos mal que Trompo sabe bien el camino, cuando yo me emborrachaba el se perdía, se iba, perfectamente sabedor de lo que venia, luego aparecía por casa, menos mal que es un perro muy listo, mi relacion con el es muy especial.
Lo siguiente que recuerdo es el despertar, del sorbo primero de la segunda copa al despertar no existe, para mi, no esta, se que ocurrió, pero no esta. Es muy duro admitir eso, porque para ti, no lo has vivido, por mas que quieras recordar no esta en tu recuerdo, esas horas de tu vida han desaparecido, de 24 horas apenas recuerdas 10, y me recorre una pena infinita aun hoy.
Desperté con la ropa del trabajo puesta, eso ya te hace saber que la has liado, sobre las 10 y media de la mañana, lo primero que haces es ver donde estas, porque es como si por arte de magia te hubieras transportado del bar al sofá, esto es de locos, una puta locura, te hundes en la confusión, mil preguntas, que hice? donde? con quien? la vi a ella? me vio ella? habré destrozado mi relacion? habré pegado? habré insultado? cuanta gente me habrá visto borracho por ahí? a veces la realidad supera la ficción.
Intentas averiguar, de mi hermano no tengo noticias y mi vergüenza de no saber hacia que no quisiera ir. Como ella no estaba trabajando en ese momento fui a su casa, como el que no quiere la cosa, con la misma ropa, como si viniera de la carpintería, pensé que pensaría.
Llame al timbre, y ella abrió la puerta, yo como si nada hubiera ocurrido sonreí, pero su cara lo decía todo, con solo verla supe que el lio había sido importante, cuanto?, eso estaba por descubrir.
En ese momento ella disimulo porque su prima estaba allí, en cuanto se fue giro la cabeza y me dijo exactamente estas palabra " Que? no te acuerdas verdad? El mundo se me volvía a derrumbar, que cansancio de vida, pero otra vez lo mismo, la conversación duro poco, me fui rápido, el enfado era monumental, no recuerdo si al final ella me vio o no el día anterior, eso ahora importa poco. Creo que aguanto la relacion un poco mas, hasta la siguiente borrachera.
No saque nada en claro, y fui a la carpintería, la cara de mi hermano era un poema, la tristeza era enorme, nosotros somos algo mas que hermanos, el es mi hermano mayor, muchas veces es mi padre, y siempre es mi amigo, sabemos prácticamente todo el uno del otro, me conoce como pocos, la primera vez que le dije que iba a dejar el alcohol literalmente se echo a reír, y no es una manera de hablar.
Me conto mis ganas de pelea del día anterior, mis patadas a los coches, pero hubo algo mas, me enseño una fotografía que circulaba por un grupo de wasap de gente del pueblo, eso quiere decir que un buen numero de personas, por no decir todo el pueblo, acabaría viendo esa foto, y describo, en la esquina justo antes de la casa en la que vivía aparecían dos coches Nissan Patrol de la guardia civil, se veían las luces de las sirenas azules encendidas, los cuatro guardia civiles creo que se veían también, un puñado de vecinos viendo el espectáculo en directo y yo, girando la esquina, vi un hombre muerto, absolutamente hundido, vi a una persona con la mirada perdida, un muñeco que se veia claramente que andaba por andar, sin destino, vi lo mas profundo de un ser muerto, cuando me vi si hubiera tenido valor me hubiera quitado la vida, créanme que hubiera sido así. Pero como eres un cobarde te vas, culpando al mundo, CONTRA TODOS, como dice Robe " otra vez me levanto contra todos", te escondes del mundo porque no eres capaz de salir a la calle y lloras, y vuelves a llorar, he llorado a mares, con un dolor muy profundo, pero lo peor es que si llego a tener dinero, entonces las lagrimas hubieran esperado a que lo gastara, así es un alcohólico, te hundes en la miseria cuando no tienes un duro ni manera de ahogar las penas, porque no sabes manejar la situación salvo bebiendo, porque uno mismo sabe que es un caso perdido, entras en un momento que no ves la manera de cambiar.
Reconocer el problema no basta, muchos dicen que será el primer paso, pero ese paso lo di yo con 15 años, siempre supe que tenia una manera especial de beber, y los que estuvieron a mi alrededor también, es una pena que solamente cuando estas hundido del todo, y no digo de borracheras continuas solo, tienes que haber perdido tu vida, haberte estrellado desde lo mas alto, haberte reventado los sesos, y no una vez, con una no basta, para que algo te diga que ya, que ya llego la hora.
Grande como persona y grande de corazón!
ResponderEliminar💛💚❤☮
EliminarEnorabuena "máquina" tu puedes conseguir todos lo que te propongas en la vida mucho ánimo y mucha fuerza un abrazo amigo
ResponderEliminarNo soy alcohólica, pero te entiendo tan bien, ese vacío que nos hace buscar algún vaso donde desaparecer, lejos de ser un paraíso es un oasis que nos lleva directos al infierno, seguiré tu fuerza y así nos apoyaremos en el camino, sigue escribiendo, necesito leer que si se puede, que pase el tiempo y que todo fue un mal sueño que ya nunca más se volverá a repetir, gracias
ResponderEliminarMe alegro que te inspire, cada problema tiene su solución, y cree, que se puede. Gracias de 💛💚❤️☮️
ResponderEliminarGrande Germán, disfrutá tú nueva vida con tu preciosa familia trompo también,solamente porque te lo mereces....
ResponderEliminarUn vecino que se alegra al ver tu cambio 👏🏻👏🏻👏🏻💪🏼💪🏼
La gente que me conoce me entiende muy bien, gracias vecino, con el corazón.💛💚❤️☮️
Eliminar