1- Un día cualquiera
Solamente cuando estuve hundido fui capaz de reaccionar......... Y digo un día cualquiera porque para un alcohólico lo que menos importa es el día, recuerdo muy bien parte de este, recuerdo sobre todo, el trayecto de mi casa al bar. En esa época, trabajaba en la carpintería con mi hermano, había épocas en las que a mi me venía muy bien que el estuviera ahí, porque cuando nadie me quería para dar un jornal en la obra, alguno siempre caía con él, y bien saben los que me conocen, que cuando el alcohol me dejó, trabajar es algo que se me dio muy bien, como a cualquiera de los mejores, así que los dos salíamos beneficiados, pero solamente el día que él conseguía que no bebiera mucho, solamente esos días le salía rentable, y este dia no fue uno de ellos. Mi hermano me recogía todas las mañanas medio puntualmente, pero siempre tenía que esperar un rato, a veces me despertaba con el pitido de la furgoneta, y yo a trompicones corría desesperado por no hacerlo esperar mucho, tropezando con ...